En un momento crucial, Paul se encuentra en el puente, sumido en sus pensamientos y emociones.
De manera inesperada, avista la figura de su hija cayendo en el abismo de un profundo cañón.
Impulsado por un instinto inquebrantable, se arroja en un intento desesperado por salvarla. Sin
embargo, en un giro sorprendente, solo su alma se lanza al vacío, mientras su cuerpo permanece
inmóvil en el puente.
La angustiosa experiencia de no poder salvar a su hija lleva a Paul a caer al suelo y, de alguna
manera, traspasar las barreras de su propia mente. En este punto, se inaugura la aventura en la
que se embarcará para rescatar a su hija. La narrativa captura la lucha interna de Paul mientras
se sumerge en un viaje que abarca tanto el mundo tangible como el intrincado paisaje de su
propia mente.